miércoles, 20 de noviembre de 2013

La exposición oral como estrategia de innovación docente universitaria en grupos de aprendizaje colaborativo (AC)

Si bien tradicionalmente las exposiciones orales se asocian a las clases teóricas del profesor, quien aparece además como único actor, la elaboración y puesta en escena de dichas exposiciones desvelan la posibilidad de adquirir numerosas competencias potencialmente asociadas a estrategias nuevas que tienen un enorme interés en el marco de la innovación docente universitaria. La presente comunicación es una experiencia docente, de varios años consecutivos, con alumnos de la ETS de Arquitectura de Sevilla en la asignatura optativa de quinto curso Levantamiento y Análisis de Edificios y que trata de poner de manifiesto la evidencia real del proceso de consecución de dichas competencias transversales.

En este sentido, presentar un tema en grupo supone, no sólo organizar un material diverso, sino ser además capaces de resaltar los puntos principales del mismo, así como de aprender a argumentar el desarrollo del trabajo. Por otro lado, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación juegan un importante papel a la hora de analizar, por ejemplo, fuentes bibliográficas, pero sobre todo en la estrategia de organización general que cada equipo adopta, en pequeños grupos de tres o cuatro miembros, para presentar su trabajo al resto del grupo clase.

En este nuevo enfoque pasan a tener una especial importancia el papel del análisis racional y la revisión crítica de los planteamientos llevados a cabo por los diferentes grupos de alumnos, a la vez que se posibilita proveer el argumento inicial de un debate del colectivo de la clase que se traduce en efectivas dinámicas de grupo acordes con los nuevos roles de participación del alumnado.

Así, ejercitarse en la técnica de la comunicación oral no sólo les ayuda a conocer más profundamente el tema a tratar, sino que les obliga a la ordenación y clasificación del material disponible, pero también a la redacción de un guión o esquema que haga posible la posterior exposición de las ideas con claridad y sencillez. Por ello, es necesario abordar también otros aspectos aparentemente menos importantes, pero que en la práctica resultan decisivos, tales como la modulación y el tono de la voz -la articulación de los sonidos o el ritmo y las pausas adecuadas- pero sobre todo, el lenguaje corporal, ya que exponer un tema implica una especie de “puesta en escena” en la que la comunicación no verbal o la expresión general son decisivas a la hora de contribuir a una presentación convincente de los argumentos.

De esta forma, la preparación de una exposición oral supone un completo ejercicio de adquisición de competencias que requiere toda una estructuración previa a la presentación de la información, lo que no sólo contribuye a profundizar en el conocimiento general de dicha información, sino que exige, además, tener en cuenta un tipo de público específico y especializado. Por otro lado, los puntos anteriormente expuestos son una inestimable ayuda al profesor, sobre todo a la hora de evaluar los conocimientos de los estudiantes, en base a la capacidad de precisión e investigación que los alumnos realizan durante todo el proceso.


María Josefa Agudo Martínez
Profesora Titular de Universidad
Escuela Técnica Superior de Arquitectura
Universidad de Sevilla

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